Se conoce como el escándalo del Depakine. Miles de niños en todo el mundo con serios defectos congénitos como consecuencia de este anticonvulsivo comercializado por la farmacéutica Sanofi «a sabiendas» de los problemas que ocasionaba en los pequeños. Así ya lo aseguraban varios estudios de la década de los 80 y 90. Sin embargo, millones de mujeres lo tomaron aconsejadas por sus médicos ante el desconocimiento nocivo de este al tratarse de uno de los mejores medicamentos para tratar la epilepsia. En España, unos 5.000 niños –datos estimados teniendo en cuenta los afectados en Francia– podría sufrir autismo por este fármaco que habría sido tomado por la gestante durante el embarazo.